La visita despreocupada de Demi a la cárcel se convirtió en un revolcón salvaje cuando su amiga entró. Inicialmente se aceleró, rápidamente cedió al encuentro apasionado, participando en un amor intenso y desinhibido. La escena cruda y auténtica se desarrolló con fervor y vigor, sin dejar ningún deseo insatisfecho.